Los gatos han servido a la humanidad desde tiempos inmemorables y en el cine no es la excepción cuando los Ramirez iniciaron con su negocio cinematográfico y sus clientes se quejaban de que mientras veían las películas sentían como los roedores pasaban por sus pies pues como ellos no tenían dinero para contratar un control de plagas que erradicara con la peste de ratas que atestaban el cine de ese entonces por lo que en una solución simple recurrieron a gatos para dicha labor. Entonces los clientes ya no sentían a los ratones pasar por sus pies sino ahora eran los gatos quienes se paseaban por las salas.
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