El cine, oh maravilloso portal al mundo del entretenimiento sin consecuencias o remordimientos, (Eso si no fuiste a ver la nueva adaptación de 4 Fantásticos), nos da la oportunidad de vivir otras vidas, visitar otros lugares, sentir cosas que normalmente no sentimos y todo por un precio razonable.
Pero en esta ocasión el cine nos da la oportunidad de ir más allá y de imaginar qué pasaría si nuestra vida fuese como en mundo de las películas.
Así es, imaginen las posibilidades, vivir bajo las leyes del séptimo arte, tener aventuras extraordinarias cada día y a la vez hacer de lo ordinario algo tan simple que se daría por sentado para ahorrar tiempo imprescindible en más aventuras, por decir un ejemplo: siempre tener la apariencia impecable, porque estar presentable en todo momento es un requisito indispensable a la hora de dar la cara a los problemas, podría caer un avión cerca de nuestra locación y no nos despeinaríamos, esa y otras cosas serían algo que se daría por sentado.
"Siga ese auto y quédese con el cambio"
No más buscar cambio para pagar el taxi que siempre sabría llegar a donde nos dirigimos sin horrendos contratiempos como el tráfico a menos que sea un momento clave porque eso es lo que le da mas tensión a la vida, y hablando de tensión, no más pasar gases y rezar para que nadie lo perciba, o idas al baño en momentos inoportunos, el ir a restaurantes solo serviría al propósito de socializar y no alimentarse, después de todo si nadie va al baño en las películas es porque nadie tiene que comer necesariamente.
Siempre quise decir eso
Al momento de hablar solo diríamos lo importante, directo al grano y a la vez escucharíamos a la primera sin recurrir al molesto "¿Que?" "¿Perdón?" "¿Cómo?" que obliga a repetir lo que acaba de decir el otro incluso cuando ya entendimos desde que lo oímos al principio pero la fuerza de la costumbre nos hace decirlas, ¿No han pensado en ello? Eso nunca pasa en las películas, la comunicación siempre es fluida, ello quiere decir que ocurre sin interrupciones, tartamudeos o pausas incomodas contrario a lo que sucede en la vida real, mucho "ruido" y gasto de saliva innecesaria.
Iniciaríamos una conversación con una simple pregunta o una pregunta profunda sin temor a ser tachado de lunático y recibiríamos una respuesta igual de sustancial, porque en las películas todos saben exactamente que decir y cuando decirlo.
"¿Sé me ve bien mi nuevo maquillaje?" - Por ejemplo en la vida real responderíamos con un simple si cuando en una película responderíamos con un: Demasiado, tanto como para arruinartelo a besos"
¡Piensa rápido!
El tomar decisiones claves sería cuestión de minutos, segundos incluso, para grabarte un nombre, una dirección, o un numero bastaría con escucharlo una sola vez en la vida para que nunca más lo olvides.
Entonces nos dedicaríamos al verdadero propósito de justificar nuestra presencia en la historia que conformamos.
Así es, imaginen las posibilidades, vivir bajo las leyes del séptimo arte, tener aventuras extraordinarias cada día y a la vez hacer de lo ordinario algo tan simple que se daría por sentado para ahorrar tiempo imprescindible en más aventuras, por decir un ejemplo: siempre tener la apariencia impecable, porque estar presentable en todo momento es un requisito indispensable a la hora de dar la cara a los problemas, podría caer un avión cerca de nuestra locación y no nos despeinaríamos, esa y otras cosas serían algo que se daría por sentado.
"Siga ese auto y quédese con el cambio"
No más buscar cambio para pagar el taxi que siempre sabría llegar a donde nos dirigimos sin horrendos contratiempos como el tráfico a menos que sea un momento clave porque eso es lo que le da mas tensión a la vida, y hablando de tensión, no más pasar gases y rezar para que nadie lo perciba, o idas al baño en momentos inoportunos, el ir a restaurantes solo serviría al propósito de socializar y no alimentarse, después de todo si nadie va al baño en las películas es porque nadie tiene que comer necesariamente.
Siempre quise decir eso
Al momento de hablar solo diríamos lo importante, directo al grano y a la vez escucharíamos a la primera sin recurrir al molesto "¿Que?" "¿Perdón?" "¿Cómo?" que obliga a repetir lo que acaba de decir el otro incluso cuando ya entendimos desde que lo oímos al principio pero la fuerza de la costumbre nos hace decirlas, ¿No han pensado en ello? Eso nunca pasa en las películas, la comunicación siempre es fluida, ello quiere decir que ocurre sin interrupciones, tartamudeos o pausas incomodas contrario a lo que sucede en la vida real, mucho "ruido" y gasto de saliva innecesaria.
Iniciaríamos una conversación con una simple pregunta o una pregunta profunda sin temor a ser tachado de lunático y recibiríamos una respuesta igual de sustancial, porque en las películas todos saben exactamente que decir y cuando decirlo.
"¿Sé me ve bien mi nuevo maquillaje?" - Por ejemplo en la vida real responderíamos con un simple si cuando en una película responderíamos con un: Demasiado, tanto como para arruinartelo a besos"
¡Piensa rápido!
El tomar decisiones claves sería cuestión de minutos, segundos incluso, para grabarte un nombre, una dirección, o un numero bastaría con escucharlo una sola vez en la vida para que nunca más lo olvides.
Entonces nos dedicaríamos al verdadero propósito de justificar nuestra presencia en la historia que conformamos.
Lo primero sería que cada mañana haríamos una disertación sobre donde nos encontramos, cada día haríamos una recapitulación de lo que hicimos ayer y como afecta nuestro estado de animo actual, amenizado claro está con una canción adecuada, una para cada ocasión.
Una sonata de piano que nos acompañe en el autobús, una canción de los ochenta para amenizar nuestras tareas diarias una balada para distinguir el momento apropiado para besar a alguien.
Lo cierto es que la ficción imita la realidad y muchas veces la realidad supera la ficción, siendo así es posible vivir una vida de película después de todo en las películas nos dicen que puedes ser quien quieras ser, el guionista de tu propia historia eres tú.
Una sonata de piano que nos acompañe en el autobús, una canción de los ochenta para amenizar nuestras tareas diarias una balada para distinguir el momento apropiado para besar a alguien.
Por dos horas na sala de cine se vuelve un santuario para muchos, una oportunidad de escape de la realidad, fuera de ahí la realidad nos espera la vida sigue su curso, puede nosotros volvamos a la monotonía pero indudablemente algo de esa magia permanece en nuestra existencia, sería bueno entender y aplicar esas leyes en nuestro mundo, por ejemplo ¿Como deseamos ser vistos en esta historia basada en la vida real? ¿Cómo es nuestro personaje? ¿Como héroes? ¿Antagonistas? ¿Personajes incidentales? ¿Parte del flasback que evoca el consejo que alguna vez en su vida le diste a un personaje importante?
Lo cierto es que la ficción imita la realidad y muchas veces la realidad supera la ficción, siendo así es posible vivir una vida de película después de todo en las películas nos dicen que puedes ser quien quieras ser, el guionista de tu propia historia eres tú.
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