Director: Edgar Wright
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Nira Park
Guion: Edgar Wright
Música: Steven Price
Fotografía: Bill Pope
Montaje: Jonathan Amos, Paul Machliss
Protagonistas: Ansel Elgort, Kevin Spacey, Lily James, Eiza González, Jon Hamm, Jamie Foxx, Jon Bernthal
Clasificación: B-15
Gpenero: Acción
Fecha de estreno: 11 de marzo de 2017
Composición y ritmo, composición y ritmo, sigo repitiéndolo en mi cabeza como un estribillo, esa es la clave. Todo se trata de composición y ritmo toda obra que enamora pasa por un proceso creativo, tiene que estar compuesta de varios elementos y estos tienen que confluir de tal manera que sean armónicos.
Si tuviera que diseccionar una buena película diría que esta se resume en una buena historia bien contada y un sobresaliente soundtrack, composición y ritmo, y es que la música ha acompañado a las películas incluso antes de que estas tuvieran sonido.
Ambas se complementan, haciendo que simplemente ea inconcebible disfrutar algo plasmado en celuloide sin que esta no tenga una melodía, podemos quitar los diálogos pero no la música, es preferible morir.
Por eso cuando hablamos de cine también hablamos de música, hablamos de sus interpretes y sus receptores, y también de los que voy a llamar "reinterpretes"
A lo largo de nuestra breve y atareada vida llegaremos a conocer a ciertos individuos sobresalientes; su forma de ser hacen que se distingan del común denominador, son gente con un talento innato que hacen de sus gustos una de sus características mas destacadas, la música por ejemplo, a la mayoría de nosotros nos gusta oír música pero para ellos ese gusto los pone en otro nivel, ellos la re-interpretan, creo que se les conoce como tener oído musical, no necesariamente tienen que saber tocar un instrumento, para ellos el mundo entero es su instrumento de percusión, se conocen una canción al derecho y al revés y no solo hablo de la letra, conocen cada bit y pueden seguir y recrear el ritmo desde la perspectiva de cada instrumento, llevan el ritmo con cada nota y lo demuestran con alguna expresión vocal o ademán con las manos, ya sea golpeando alguna o varias superficies en el momento exacto o imitando cierta parte especifica de una canción, es un espectáculo digno de admirar, ellos así se divierten y de paso nos divierten con su concierto personal en momentos esporádicos y llenos de chispa, verlos sin duda es un deleite, es casi mágico.
1, 2, 3, 1, 2, 3 probando probando...
A lo largo de nuestra breve y atareada vida llegaremos a conocer a ciertos individuos sobresalientes; su forma de ser hacen que se distingan del común denominador, son gente con un talento innato que hacen de sus gustos una de sus características mas destacadas, la música por ejemplo, a la mayoría de nosotros nos gusta oír música pero para ellos ese gusto los pone en otro nivel, ellos la re-interpretan, creo que se les conoce como tener oído musical, no necesariamente tienen que saber tocar un instrumento, para ellos el mundo entero es su instrumento de percusión, se conocen una canción al derecho y al revés y no solo hablo de la letra, conocen cada bit y pueden seguir y recrear el ritmo desde la perspectiva de cada instrumento, llevan el ritmo con cada nota y lo demuestran con alguna expresión vocal o ademán con las manos, ya sea golpeando alguna o varias superficies en el momento exacto o imitando cierta parte especifica de una canción, es un espectáculo digno de admirar, ellos así se divierten y de paso nos divierten con su concierto personal en momentos esporádicos y llenos de chispa, verlos sin duda es un deleite, es casi mágico.
1, 2, 3, 1, 2, 3 probando probando...
Baby Driver es un homenaje a esos reinterpretes, el personaje Baby (Ansel Elgort) es un crack de la música y un as del volante, su vida gira en torno a las melodías que escucha todo el tiempo; tiene un amplio repertorio de canciones guardadas en varios Ipods que utiliza de acuerdo al humor que tenga cada día.
Él vive la música y la interpreta en cualquier oportunidad ya sea caminando por la calle moviéndose al ritmo de las estrofas algo que nos recuerda al baile de Peter Parker en la nefasta tercera parte solo que mejor justificado ya que en esta el protagonista si lleva puestos los audífonos o correría el riesgo de desentonar de esta forma:
Así es como Baby elude la realidad como elude a las patrullas que lo persiguen cada que realiza un trabajo para Doc (Kevin Spacey) como piloto de escapadas siempre escuchando música.
En el nombre del amor
Si el sol se rehúsa a brillar aún te amaría, cuando las montañas se desmoronen en el mar todavía estaremos tu y yo. Todas las grandes canciones hablan de amor, no importa el tiempo o el rostro, siempre nos referimos a el del mismo modo, ese ser es la música en sí, lo que nos impulsa a movernos, nuestro escape de lo convencional, nuestra adicción descontrolada, por ello no podíamos no mencionarle, Debora (Lili James) genera una dulce música, es la chica ideal, la que tendrías que estar ciego y sordo para no enamorarte de ella, el talón de Aquiles perfecto de nuestro protagonista, su encuentro es casi idílico y su relación nos recuerda a muchos clásicos romances, es casi un homenaje a esas películas donde te pintan el amor como algo predestinado y trágico a la vez y esto es lo que sirve de motor a la historia.
Tempo
Él vive la música y la interpreta en cualquier oportunidad ya sea caminando por la calle moviéndose al ritmo de las estrofas algo que nos recuerda al baile de Peter Parker en la nefasta tercera parte solo que mejor justificado ya que en esta el protagonista si lleva puestos los audífonos o correría el riesgo de desentonar de esta forma:
En el nombre del amor
Si el sol se rehúsa a brillar aún te amaría, cuando las montañas se desmoronen en el mar todavía estaremos tu y yo. Todas las grandes canciones hablan de amor, no importa el tiempo o el rostro, siempre nos referimos a el del mismo modo, ese ser es la música en sí, lo que nos impulsa a movernos, nuestro escape de lo convencional, nuestra adicción descontrolada, por ello no podíamos no mencionarle, Debora (Lili James) genera una dulce música, es la chica ideal, la que tendrías que estar ciego y sordo para no enamorarte de ella, el talón de Aquiles perfecto de nuestro protagonista, su encuentro es casi idílico y su relación nos recuerda a muchos clásicos romances, es casi un homenaje a esas películas donde te pintan el amor como algo predestinado y trágico a la vez y esto es lo que sirve de motor a la historia.
Tempo
Con prácticamente momentos bien balanceados entre "balaceras" y clásicas baladas melancólicas, ritmos acelerados y efectos visuales muy efectivos en secuencias de acción que marchan sobre ruedas literalmente, la película se debate entre lo auditivo y lo visual haciendo que lo que se escucha concuerda perfectamente con lo que vemos, esto me recuerda a los videos que siempre quise hacer para mi canal de Youtube pero que los problemas de derechos de autor nunca me lo permitieron, en fin disculpen este desliz simplón de desahogo por mi frustración creativa, tal vez por eso me gustó tanto porque aparte de que la película nos entretiene bastante, conecta con nosotros de muchas maneras, ya sea porque nos describe perfectamente como nos sentimos cuando vamos manejando y de pronto escuchamos ese épico sólo de guitarra de Bohemian Rapsody que nos hace agitar la cabeza frenéticamente al mero estilo Waynes World, o cuando aquella canción que nos recuerda a un viejo amor en un día lluvioso suena en la radio y no nos queda más que apretujar el pecho y soltar un suspiro o como ya lo dije anteriormente un ritmo nos evoca a ese viejo amigo que hace percusiones con cuanta superficie u objeto tiene a su alcance. Todos los elementos que hacen de una película inolvidable están ahí, podremos olvidarnos de los diálogos que son muy buenos por cierto pero esas sensaciones que nos hizo sentir no esas se quedan guardadas en nuestro corazón en espera que una de esas canciones suenen de nueva cuenta y volvamos a evocar esas escenas trepidantes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Espero sus comentarios que retroalimenten este sitio