Reflexiones a más de un año de la pandemia

Es increíble que haya pasado más de un año desde el brote de la variante del corona virus (Covid-19) que inició en China específicamente en la localidad de Wuhan y se propagó por todo el mundo, sorprende porque en un año pasaron miles de cosas de las cuales podría escribir y escribir y nunca pararía, siendo que cada día sucede algo nuevo que hasta parece salido de algún guion hollywoodense, y nosotros que sin ser actores de renombre que figuran en la vida pública aquí estamos escribiendo para este blog cinéfilo como si fuésemos el protagonista de una película postapocalíptica, es curioso porque como sobrevivientes de alguna película de catástrofe vivimos esquivando peligros inminentes, siendo que somos personas normales como cualquiera, viviendo el día a día en una sucesión de eventos sin precedentes ahora, enfrentados con esta nueva normalidad esperando que todo pase ya sea tras la llegada de la vacuna o algún Deux Ex Machina y podamos al fin controlar esta pandemia.

Bitácora del capitán

Lamentablemente muchos no lo lograron, y otros que vivíamos el día a día con la incertidumbre de si aún no nos enfermamos o ya lo superamos sin siquiera darnos cuenta y es que a estas alturas lo único cierto es que Wonder Woman 1984 resultó ser una total decepción.

Así es ya lo dije, perdón tenía que sacarlo de mi sistema, pero tanto que se atrasó para que resultara ser una película genérica de superhéroes con actuaciones y diálogos ridículos. Pero bueno la culpa es mía por ponerme las expectativas tan altas.

¿Qué se puede esperar si siempre que intentamos hacer planes, si no los posponemos terminan arruinados por un evento que se sale de nuestro control? Porque tus planes pueden esperar cuando hay de por medio un riesgo que atenta contra tu integridad, así que no nos queda tener más que paciencia y esperar lo inesperado, aunque en ello se nos vaya la vida.

Ahora hablando del cine muchos proyectos importantes se pusieron en pausa o están demorando más en realizarse debido a lo que significó adaptarse a estos nuevo protocolos postcovid sobre todo los grandes estrenos en los que las esperanzas de muchos están depositadas tal y como lo dijo Tom Cruce en el tremendo regaño que les metió a su Staff de la nueva película de Mission Imposible por no seguir los protocolos correctamente y no es para menos la industria cinematográfica está en crisis tras los cierres de varios negocios, los cines se llevaron la peor parte al no ser considerados dentro de las actividades esenciales, todavía estuvieron obligados a pagar a sus empleados durante un periodo de has cuatro meses de inactividad y luego abrir con cupo y horarios muy limitados sin mencionar que las películas que se exhibieron no eran muy llamativas debido a que muchas de las propuestas  fuertes fueron lanzadas directamente a Streaming o se optó por el desleal estreno simultaneo en cines y plataformas digitales fomentando la piratería ya que ahora ya no es necesario que una persona fuera al cine con una cámara oculta y grabara la función directamente de la pantalla ahora solo basta con copiar la transmisión para poder distribuir la película con buena calidad sin pagar más que la conexión a internet, y es que ¿Para qué salir al cine? Gastar en transportes y hasta en golosinas, a riesgo de que alguien te contagie, ¿Para que molestarse? Si todo está al alcance de un click o un par más para cerrar ventanas emergentes, sin embargo resulta irónico puesto que muchos actúan como si ver una película antes que nadie fuera una cuestión de vida o muerte siendo así ¿Es justificable tomar el celular o computadora y joderle el medio de sustento de miles de familias que dependen directa e indirectamente del cine? En fin, la hipotenusa.

El mundo que giraba tan rápida y abruptamente de pronto parece haberse detenido, lo imposible sucedió, la gran maquinaria en la que se sustenta la economía mundial colapsó por algo que parecía tan inofensivo como los inversores aficionados de de reddit que pusieron a temblar a grandes compañías de Wall Street, pero tal y como el doctor Zeus nos enseñó en su obra: "Horton oye a un Quien" "El que no lo puedas ver no significa que no esté ahí"

Esto de verdad que parece sacado de una película serie B, donde tenemos a los típicos personajes que nos hacen exclamar: ¡¿Cómo puede ser tan idiota?! Y luego están los que tienen una película dentro de sus cabezas y sienten que nos están manipulando solo porque leyó por ahí o escuchó algo que lo hizo elaborar una teoría que involucra a hombres malvados con perversas intenciones, hombres como Bill Gates y chips de 5g y sus malditos escusados que funcionan sin agua ¿Qué pretende? Controlar la hora en que vayamos al baño e inundar los acueductos como en la película Flush Away (2006)? Espera un momento... pero si los retretes no funcionan con agua ahí hay un cabo suelto, pero no importa Bill es malévolo tiene que serlo porque pertenece a la elite de gente que tiene dinero fruto del capitalismo el mismo capitalismo que nos da el acceso a Internet y nos permite hacer lo que queramos con total libertad.

Ese viejo adagio que dice que la realidad muchas veces supera la ficción se hace de nuevo presente y nuestra realidad puede no parecerlo pero parece sostenida en la fragilidad de un copo de nieve cayendo en una fría noche, el miedo a lo desconocido, la incertidumbre de que sucederá mañana nos tiene en el filo del asiento, expectantes viviendo dentro de una película de desastres, porque se siente que esto ya se ha visto solo que ahora nos tocó estar inmersos en la historia y condenados a repetirla.

Y seguimos aquí eso es lo importante, a pesar de todo, a pesar de la inconciencia de la gente y de la indiferencia del gobierno por nuestras vidas porque pareciera que solo somos un porcentaje y unas cifras maquilladas en la gráfica de defunciones y contagios. Seguimos en pie de lucha deseando que podamos seguir aquí un poco más porque hay tanto por ver y disfrutar y aunque el tiempo pareciera tan poco tiempo hemos de valorarlo pues si bien con esta contingencia las opciones de entretenimiento son muy limitadas, como si estuviéramos a merced de la marea en un vaivén de las oleadas, nuestras ganas de superar esto nos motiva a seguir.